La noticia de la semana es, sin duda, la victoria electoral del PP. Es tan importante y tendrá tanta trascendencia en los próximos cuatro años, que no podíamos obviarla. Las elecciones que se celebraron el pasado domingo 20 de noviembre obtuvieron como resultado una mayoría absoluta para el partido conservador.
Las elecciones han supuesto un vuelco hacia la derecha para el país, después de ocho años de progresismo. Este cambio era muy previsible, después del debilitamiento de la imagen del PSOE, por las duras consecuencias de la crisis económica sobre la población y por aplicar políticas impopulares para combatirla, a veces más de derechas que no de izquierdas.
La distribución de diputados en el Congreso quedó así: el PP 186, PSOE 110, CiU 16, IU 11, AMAIUR 7, UPyD 5, ERC 3… Una de las comunidades autónomas más importantes para que se produjera este cambio fue Andalucía. En Cataluña, Convergència i Unió es la primera vez que supera al Partido Socialista Catalán en unas elecciones generales.
El PSOE no ha sabido salir de la crisis, no ha podido generar más puestos de trabajo. Probablemente por el hecho de que la crisis sea internacional y poco se puede hacer desde España. Para la población, si el PSOE no ha podido hacerlo, el otro partido, el PP lo hará. Y así mismo es como la misma ciudadanía perpetúa el bipartidismo tan criticado. Encima también está la la ley electoral, y el sistema d’Hondt, que no mejoran las cosas e impiden que se produzca un cambio político real. Existen muchos otros partidos minoritarios más próximos a la población que pueden defender mejor sus intereses, que han sido obviados (aunque hay que celebrar que la representación de los partidos minoritarios en el Congreso, tras el 20N, ha aumentado notablemente).
El Trending Topic de las elecciones ha sido la crisis económica y el empleo. Es lo que más preocupa a la población, ha sido uno de los factores decisivos del cambio político. La derecha llega al poder con la intención de recortar en derechos fundamentales como sanidad y educación. La población no debe tolerar eso. No se puede aceptar tener una buena situación económica a cambio de vivir en malas condiciones laborales y con una falta de derechos sociales importantes.
En Internet, se ha podido leer una gran decepción por la previsible victoria del PP y preocupación por el futuro de los derechos de los homosexuales. Y no es para menos, el Partido Popular se caracteriza por ser homófobo y por mostrarse abiertamente en contra de la ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo aprobada en 2005.
Pero vamos a ser un poco optimistas, vamos a esperar que no se produzca la derogación del matrimonio homosexual, que no se lleven a cabo políticas homófobas y que cada vez más la integración y normalización sea más amplia. Que sea verdad lo que dice Mariano Rajoy, que gobernará para todos. Pero con el PP, el futuro de los derechos sociales no es para nada esperanzador, por ello vamos a tener que luchar y defender nuestros derechos que tanto han costado lograr.
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