Si nuestras mano se encuentran en mitad de la mesa terminamos juntas, ¿vale?
Posiblemente una de las frases más difíciles de olvidar de la película Habitación en Roma, de Julio Medem. La tensión, el deseo, la nostalgia, la ilusión… y un final tan inesperado como el inicio. Muchos conocieron en ese filme a Elena Anaya y empezaron a pensar que podía convertirse en la nueva embajadora del talento español. Algunos afirman que sigue los pasos de Penélope Cruz, y además se ha convertido en chica Almodóvar en su último trabajo La piel que habito, que ya levanta pasiones. Pero Elena afirma que Penélope y ella tienen más de distintas que de iguales.
Elena Anaya no es una de esas actrices que debutaron en su infancia, ni tampoco descendiente de una familia de actores, ni tan siquiera la aceptaron en las primeras pruebas de acceso a la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid. Como afirmó ella en un encuentro virtual con sus fans en 20minutos.com, ‘siempre lo había llevado dentro, como un sueño muy lejano’. A simple vista, sus inicios parecieron poco motivadores. Pero con la brillante interpretación en Lucía y el sexo, de Julio Medem, el público se da cuenta de que sí puede ser oro lo que al principio no reluce. El trabajo duro, la tenacidad y la autenticidad han hecho de Elena Anaya una de las actrices más valoradas de nuestro país.
Debutó en el cine com Familia, de Fernando León, y compaginó sus estudios de arte dramático con obras de teatre como Una luz que ya no está, y también en proyectos de cine como Las huellas borradas, de Enrique Gabriel. Pero fue Belén, la niña seductora de la película de Medem, quien la dio a conocer y le premió con un Goya.
Los años de degustación de las mieles de Madrid quedaron algo atrás cuando Hollywood descubrió su enorme potencial. A partir de 2004, Elena empezó su carrera en Estados Unidos con películas como Van Helsing, de Stephen Sommers, o Dead Fish, de Charley Stadler. Su vuelta a España fue por la puerta grande con Alatriste, de Agustín Díaz Yanes. Una carrera tan meditada como trepidante pero, según Elena, ‘ser actriz no le ha supuesto renuncias, sino un enriquecimiento como persona’.
Musa de Almodóvar
Pero quizá el mejor papel, aunque odiado por algunos sectores de la sociedad, y también admirado por otros, es el de Alba en Habitación en Roma. La creciente fama de Elena ha culminado con el estreno de La piel que habito, que protagoniza junto a Antonio Banderas. Ya trabajó con Pedro Almodóvar en Hable con ella hace ya diez años, pero esta vez la actriz asegura estar en completa sintonía con el director, con el que ‘no hubo ni un solo día en el que nos costase entendernos’. Elena describe a Pedro como fácil, apasionado y generoso, que te cuida y te respeta. La interpretación de Vera no ha dejado indiferente a nadie.
Los años de degustación de las mieles de Madrid quedaron algo atrás cuando Hollywood descubrió su enorme potencial. A partir de 2004, Elena empezó su carrera en Estados Unidos con películas como Van Helsing, de Stephen Sommers, o Dead Fish, de Charley Stadler. Su vuelta a España fue por la puerta grande con Alatriste, de Agustín Díaz Yanes. Una carrera tan meditada como trepidante pero, según Elena, ‘ser actriz no le ha supuesto renuncias, sino un enriquecimiento como persona’.
Musa de Almodóvar
Pero quizá el mejor papel, aunque odiado por algunos sectores de la sociedad, y también admirado por otros, es el de Alba en Habitación en Roma. La creciente fama de Elena ha culminado con el estreno de La piel que habito, que protagoniza junto a Antonio Banderas. Ya trabajó con Pedro Almodóvar en Hable con ella hace ya diez años, pero esta vez la actriz asegura estar en completa sintonía con el director, con el que ‘no hubo ni un solo día en el que nos costase entendernos’. Elena describe a Pedro como fácil, apasionado y generoso, que te cuida y te respeta. La interpretación de Vera no ha dejado indiferente a nadie.
Junto con el éxito ante el inminente estreno de la película, este verano ha estado marcado por un cierto revuelo mediático. La revista Cuore publicó en agosto fotos de la actriz con su pareja en una playa nudista de Menorca, imágenes que recorrieron todo el país. Elena Anaya consiguió ser Trending Topic de Twitter sin querer. Además, la ya conocida terquedad de los paparazzi ha conseguido desvelar la identidad de la pareja. Se han llegado a publicar fotografías tomadas hace dos años en las que ya se sospechaba que estaba con esa chica, a la que ahora ya se le pone nombre.
Se trata de Beatriz Sanchís, una valenciana que también trabaja en cine y llegó a ser nominada al Goya por su cortometraje La clase, con el que debutó en la Berlinale. Con el segundo corto, llamado La mitad de mí, se incluyó dentro de una lista de cortometrajes del Ministerio de Cultura.
Un carácter apasionado ante la vida
Los caminos de Elena y Beatriz se cruzaron en el instante en que la directora le permitió visionar su trabajo a la actriz, que afirmó que 'sospechaba que los trabajos de Beatriz escondían algo único y que me sería difícil encontrarle parecidos a otros trabajos que jamás hubiese visto, pero no imaginé que estarían tan a años luz del resto. Al igual que ella, no podían ser de otra manera (…) Su carácter apasionado ante la vida hace que sus historias también lo sean’.
Los caminos de Elena y Beatriz se cruzaron en el instante en que la directora le permitió visionar su trabajo a la actriz, que afirmó que 'sospechaba que los trabajos de Beatriz escondían algo único y que me sería difícil encontrarle parecidos a otros trabajos que jamás hubiese visto, pero no imaginé que estarían tan a años luz del resto. Al igual que ella, no podían ser de otra manera (…) Su carácter apasionado ante la vida hace que sus historias también lo sean’.
En 2012 se estrena el primer largometraje de Beatriz Sanchís, llamado Todos están muertos, en el que Elena tiene papel protagonista. La actriz no se ha pronunciado sobre su orientación sexual ni sus relaciones de pareja, tan sólo respondió cuando el diario El Mundo la incluyó en la lista de los 50 españoles LGTB. ‘No leo ese periódico’, dijo Elena, y no hace falta nada más. A pesar de la polémica desatada por las fotografías, la actriz sigue haciendo uso de la discreción y la indiferencia, dos armas legítimas y eficaces para no empañar su rotundo éxito.
La Sexta habla sobre las polémicas fotos en Verano Directo. ¿Dónde está el límite entre la privacidad de las personas? ¿Qué significa ser un personaje público? ¿Periodismo o intrusión?
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